Siguen cantando siguen ganando
Quiero mandarles un saludo afectuoso, un abrazo con tortilla abajo, un latigazo en la frente, un calzón chino, un pitayo, un zape, un saca cacas, un jalón de orejas, unos gallitos, unas vencidas, unos chupo los dedos y los meto en tus orejas y un beso en la punta de la nariz a toda esa gente que blasfemó y dijo que esta temporada no iba valer madre ni cabeza por lo corta que sería; por las reglas nuevas que a muchos expertos en la materia se les hacían estúpidas y cursis, pero ahora ya hasta las festejan y hablan de ellas con mucho sazón en el plato.
Cosa buena está pasando, hasta más gente el baseball está mirando, gente que no le interesaba, hasta más sabor le está agarrando. Es muy chingón ver como gente que antes no miraba el Rey de los Deportes, ahora te pregunta por resultados y numeritos de porcentajes, la gente se hizo huevona y quiere las cosas rápidas y sencillas, resúmenes, y pues hay que dar respeto a diferentes opiniones. Yo soy y seré de la old school, me gusta más una temporada larga, un maratón, ajedrez y estrategia, sí. Esta temporada 2020 también me gusta, sigue siendo cosa nueva, pero puede ser que nunca más la volvamos a mirar con tan poca cantidad de juegos en muchos años más, se los apuesto.
Quien iba pensar que Marlins, con tan pocos centavos, luchando con piedras y palos, con el COVID a 18 fulanos, fueran a llegar hasta donde pusieron los pies y darle una chispa de fe a toda la afición de Miami. El próximo año se va a sentir diferente, decir: “soy de Miami, le voy a Marlins”, gran trabajo hecho por Don Mattingly.
Blue Jays, gracias por darnos esa energía y ver como la juventud de su equipo le inyecta tantas ganas de ganar. Si esos morros siguen juntos ganando experiencia y no dejan ir a ninguno, cuidado Viviana, porque ahí te va el paquete entero, y acuérdense de mí.
Indios y Yankees con abridores luchando por premio Cy Young, cortos se quedaron, pues sea lo que sea a los dos macanearon, la vida va y viene, pero en oportunidades como estas nomás lo mejores con un poco de suerte pueden, y los pobres cachorros, la neta, esta temporada fue de sombras nada más, pasajes horrendos de drama sin final.
Los pajaritos de mi compare Polo Asencio no silbaron en la hora sexy pa’ seguir volando en postemporada; los rojos, que tanto alabó el analista Jon Morosi, le ladraron a un árbol equivocado; le pusieron hielo de más a su whiskey; se les aguado el licor y metieron nulas carreas, y que pena y desdicha. Pero la neta, y no es mentira, alguna vez se me vino en la mente una serie mundial entre los dos equipos que más azúcar, más baseball caribe, más pimienta y dinamismo traen en el diamante: White Sox, con dos peloteros peleando el MVP sin dudas algunas, y San Diego, que hacen ver un jersey café con mostaza bonito a sus brillosos y excitantes peloteros. Estoy seguro y esos dos equipos van a estar más cabrones y con más fiesta el año que viene.
Los cuatro que quedan ya se están dando de cachetadas y tablazos. Dodgers ya no quiere dejar en ridículo a sus fanáticos en convivencias; Tampa Bay quiere darle razón a los expertos que llevan más de tres años hablando que lo pueden todo; Houston quiere hacerle saber al mundo que no nomás con mentiras pueden enamorar a la gente que les volteo la cara; y Los Bravos, removido o no el Tomahawk Chop, siguen cantando, siguen ganando.
Atentamente,
Tomado de: https://thehivesports.rocks/revista/entrenamiento/siguen-cantando-siguen-ganando