Es tiempo de romper la barrera del dopaje en MLB y la enorme realidad que hay detrás de los implicado (Parte I))

El cubano y ex astro de Grandes Ligas, José Canseco, se retiró como pelotero activo en el 2002. Canseco sentía que todavía le quedaba gasolina en su tanque y que con 462 jonrones en su haber, pudo haber terminado de redondear una carrera de Salón de la Fama, si hubiera jugado dos o tres años más, que le hubieran permitido arribar y superar los 500 Vuelabardas de por vida.

La realidad es que él no se retiró, estuvo muy lejos de hacerlo, de hecho, ni le pasaba por su mente. Canseco luego de su retiro forzado en el 2002, ya que ninguno de los 30 equipos que conforman el mejor Béisbol del mundo le contrataron, participó en varios Derbys de Jonrones, en los que no desatinó en lo absoluto.  Al verse en un retiro forzado, no contó con la humildad suficiente para superar dicha situación y como medida de venganza personal contra la MLB, pocos años después publicó el libro Juiced. Este libro abrió de una vez y por todas la Caja de Pandora sobre el consumo de sustancias prohibidas por parte de los jugadores de Grandes Ligas para el mejoramiento de su desempeño atlético, al punto que en el 2005, el norteamericano Mark McGwire, el dominicano Sammy Sosa y el cubano Rafael Palmeiro, asistieron a una audiencia en el Congreso de Estados Unidos para declarar sobre la situación, tres estelares de los muchos jugadores señalados de dopaje en Grandes Ligas.

Canseco destapó la olla del dopaje en MLB.

Fue el inicio de una cadena de acontecimientos que se suscitaron con un genuino efecto dominó, eventos que se concatenaron en el tiempo, que incidieron para que el día de hoy, estrellas indiscutibles como Sammy Sosa, Barry Bonds, Manny Ramírez, Roger Clemens, Alex Rodríguez y muchos más, aunque aún con posibilidades, su potencial elección al Salón de la Fama de Grandes Ligas esté en duda o por lo menos en entre dicho. Ni hablar de que otros estelares, que desde hace rato ya deberían ser inmortales como Mark McGwire y Rafael Palmeiro, perdieron ya todo tipo de posibilidad de ser exaltados (a menos que sea a través del comité de veteranos), por ésta condición.

 

 

La realidad es que sobre éstos extraordinarios jugadores, que nos llenaron los ojos por sus asombrosas habilidades y capacidad de dominar el juego, a un nivel superlativo y que por eso nos maravillaron por  prácticamente dos décadas, recae un enorme peso o responsabilidad y que en realidad, no debería ser así, no es un asunto exclusivo de estos peloteros. De hecho, ni siquiera es un asunto exclusivo de la Major League Baseball, aunque en cuanto a sus respectivos casos, no son pocos quienes sostienen el criterio de que la MLB tiene tanta responsabilidad como los propios jugadores.

La mañana del 13 de julio de 1967, un trágico evento, como una pequeña porción de nieve, comenzó a rodar cuesta abajo hasta convertirse en el tiempo en una gran bola de nieve sin que nada ni nadie pudiera detenerla, hasta que se convirtió en una enorme avalancha mundial.

Ese día, el Tour de Francia partía desde la Ciudad de Marsella y el ciclista británico Tom Simpson falleció en las rampas del mítico puerto de Mont Ventoux después de sufrir un colapso cardíaco.

Simpson tenía días padeciendo de una infección estomacal (gastroenteritis), que le había hecho perder mucho tiempo en las jornadas previas del Tour y ese día cayó repentinamente a orillas del camino. Inmediatamente fue asistido con maniobras de reanimación y prácticamente en tiempo record fue  evacuado por un helicóptero pero a pesar de ésta gran asistencia médica, Tom Simpson falleció.

Simpson, el primer gran caso de dopaje en el deporte mundial.

La autopsia que se le practicó al cuerpo de Simpson, de apenas 30 años, arrojó que el inglés había ingerido anfetaminas con brandy y esa mezcla, combinada con el intenso calor de la etapa y la dificultad de las lomas del famoso ‘Gigante de Provenza’, fueron la mezcla perfecta para ocasionarle un infarto al miocardio. Incluso en los bolsillos de su indumentaria se le encontró algunos frascos de anfetaminas que ingirió durante esa edición de la carrera, acompañadas por algunos sorbos de brandy.

Luego de la muerte del ciclista británico, el Comité Olímpico Internacional estableció la primera lista de sustancias prohibidas y el control antidopaje. Al año siguiente, en la edición de 1968, la organización de la ‘Grande Boucle’ tomó la decisión de instaurar oficialmente los controles antidoping para evitar una nueva muerte y asegurar la buena salud de los ciclistas.

Los eventos que copan la escena y toda la atención, con el máximo rating audiovisual global, son las Olimpíadas en su era moderna, que se realizan desde 1896 (Atenas, Grecia), y el Mundial de selecciones absolutas de Fútbol masculino FIFA, que se celebra desde 1930 (Uruguay). Ambas justas mundialistas, aunque se celebran cada cuatro años, cuentan con la mayor cantidad de seguidores a nivel mundial.

Más de 20 años después, el caso de Ben Johnson sembró la semilla mundial sobre la manera de prepararse los deportistas, en Estados Unidos, Europa, la extinta República Democrática Alemana, la extinta Unión Soviética, Rusia y China. Hay que señalar que los atletas de alto rendimiento rusos, chinos y de la desaparecida República Democrática Alemana, mantuvieron un método sistemático de dopaje a través de esteroides, anabolizantes y hormonas de crecimiento durante las décadas de los 80 y 90.

En las Olimpíadas de Seúl, Corea del Sur 1988, en la prueba reina del Atletismo, los 100 metros planos masculinos realizados el 24 de Septiembre de ese año, el norteamericano Carl Lewis y el jamaiquino-canadiense Ben Johnson eran los claros favoritos, por sobre el británico Linford Christie. Había una gran tensión y expectativa en el ambiente por la enorme calidad de éstos tres rivales, los cuales llegaban a la justa en el mejor momento de sus carreras, lo que indicaba que ésta edición sería la mejor carrera de 100 metros planos en la historia, por lo menos hasta el momento.

Lewis se disponía a recuperar el trono perdido ante el propio Johnson un año antes, en el mundial de la disciplina en Roma 1987, cuando el jamaiquino-canadiense estableció record mundial de 9.83 segundos. El norteamericano buscaba conseguir el sprint que definitivamente lo catapultara a la gloria pero Ben Johnson dejó al mundo entero estupefacto, al registrar 9.79 segundos, lo más rápido que un hombre había logrado correr hasta esa fecha.

Al otro día, el control antidopaje de Johnson dio positivo y su gloria no perduró en el tiempo más de 72 horas, para caer en el deshonor. Cumplidos los controles de rigor, se descubrió que Johnson había consumido Estanozonol, un esteroide anabólico sintético que se administra a personas afectadas por anemias y casos de debilidad extrema pero que en atletas aumenta la masa muscular, entre otros efectos favorables para un mejor rendimiento en la práctica deportiva.

Ben Johnson, la carrera de la infamia y la verdadera semilla de dopaje mundial.

Este evento tramposo de carácter mundial, en el que el jamaiquino-canadiense Ben Johnson fue el protagonista, desató globalmente más que un interés, una desmesurada euforia de los medios de comunicación por los temas relacionados con el dopaje.

Se comprobó que en esa carrera, seis de los ocho atletas habían utilizado sustancias prohibidas, sólo los norteamericanos Carl Lewis y Calvin Smith compitieron honestamente y limpios.

Sin embargo, en el año 2003, Wade Exum, director entre 1991 y 2000 del departamento del control antidroga del Comité Olímpico de Estados Unidos, entregó a la revista Sports Illustrated 30.000 páginas de informes de la organización. Dicho informe refleja que en las pruebas preparatorias para Seúl, Lewis dio positivo tres veces pero dichos resultados se ocultaron para permitir la presencia del atleta en los Juegos. Resulta que hasta que el que se presumía y aseguraba era el más honesto y limpio, aparentemente no lo era.

En los mismos Juegos Olímpicos del 88, la norteamericana Florence Griffith Joyner, estableció plusmarcas mundiales en 100 y 200 metros planos femeninos, ganando medellas de oro en éstas categorías y en relevos de 4 x 100 metros femeninos. Joyner estableció marca mundial en 100 metros planos femenino en 10.49 segundos, record que aún hoy en día se mantiene y que a pesar de los avances, las atletas de pista y campo femeninas ni se le acercan.

A pesar de nunca haber sido descubierta por las autoridades en cuanto a su posible consumo de estupefacientes, su retiro sorpresivo apenas un año después de su extraordinario desempeño en las Olimpíadas de Seúl, generó enormes sospechas de haber consumido algún tipo de anabolizante.

Joyner hizo pública su decisión de retirarse de la competición olímpica, una semana después de que se anunció que las pruebas de drogas al azar fuera de competición, se instituirían durante la temporada de 1989. Su aspecto hipermusculado y portentosas cualidades en comparación al resto de las competidoras, sus extraordinarias marcas a pesar de que antes no lograra absolutamente nada semejante, y su temprana muerte a los 38 años de edad, la colocan como uno de los grandes escándalos de la historia del dopaje, aunque nunca se encontrara prueba de ello.

Griffith Joyner, la mejor trampa de dopaje de la historia.

Ben Johnson entrenó al astro mundial del Fútbol, el argentino Diego Armando Maradona, considerado junto al brasileño Edson Arantes Do Nacimento (Pelé), el mejor jugador del Fútbol mundial. Además de su conocida adicción a las drogas (Cocaína), por lo que fue sancionado por primera vez en su carrera el 17 de Marzo de 1991 en la Liga de Italia, que por su notoriedad como figura deportiva individual, dicha sanción fue de connotación global, pero fue en el Mundial de Fútbol FIFA de selecciones absolutas masculinas, donde un nuevo dopaje de Maradona le daría la vuelta al mundo con gran repercusión.

La selección Argentina era clara favorita para ganar el evento y luego de dos triunfos contundentes ante Grecia y Nigeria, el control de dopaje de Diego Armando Maradona dio positivo a cinco diferentes sustancias prohibidas: efedrina, norefedrina, seudoefedrina, norseudoefedrina y metaefedrina, lo que suspendió al astro por el resto del mundial y por 15 meses de toda actividad futbolística. La selección de Argentina perdió sus dos siguientes juegos contra Bulgaria y Rumania, quedando tempranamente eliminada.

Después de Ben Johnson, fue el segundo gran escándalo mundial de dopaje. Existía la necesidad de poner un freno contundente a lo que se asomaba como una potencial situación mundial, que podría crecer sin freno alguno como una avalancha de nieve pero quién le colocaba el cascabel al gato?.  La competitividad y toda la Industria del dinero detrás del deporte mundial, generaría una ola gigante, que como un Tsunami, finalmente golpearía las orillas de todo el mundo.

Maradona, el segundo gran doping que le dio la vuelta al mundo y confirmó una tendencia del deporte.

El 8 de Julio de 1998, en un control de aduanas entre Bélgica y Francia, en Neuville – en – Ferrain, las autoridades interceptaron a Willy Voet (masajista y conductor del bus) cuando se dirigía a la salida de Dublín con 200 ampollas de EPO y 100 de hormona del crecimiento y de testosterona. Se desencadenó un efecto dominó que desembocó en numerosos registros y detenciones. Se investigó formalmente, aparte del equipo Festina, a los equipos ciclísticos ONCE, TVM, BigMat, Casino y Lotto. El Tour expulsó a los corredores del Festina en la sexta etapa. Así se desarticuló una red de tráfico de productos dopantes e inmediatamente nació la Agencia Mundial de Antidopaje (AMA). Como fundación independiente, fue creada por una iniciativa colectiva apoyada por el Comité Olímpico Internacional, inaugurada el 10 de noviembre de 1999 en Lausana, Suiza.

El caso Festina fue el primero en dopaje sistemático y en masa.

Paradójicamente, justo el año de la fundación de la AMA, la cual se efectúa como una reacción inmediata por el caso Festina, el ciclista norteamericano Lance Armstrong inició uno de los ciclos más exitosos de atleta alguno en la historia del deporte mundial. Armstrong ganó el Tour de Francia en siete ocasiones, entre 1999 y 2005 pero tiempo después fue acusado de dopaje sistemático por la Agencia de Antidopaje de Estados Unidos. El ciclista norteamericano admitió haber usado EPO, Testosterona y realizarse Transfusiones de sangre, e inclusive, sesiones particulares de Hemodiálisis, para lograr evadir las pruebas y mejorar su rendimiento.

Gracias a su equipo particular de Hemodiálisis, logró burlar los controles de antidoping por más de cinco años.

Marion Jones Llegó a ser considerada una de las mejores atletas de pista y campo de toda la historia. Triple medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000 (100 metros, 200 metros y relevo 4×100) pero el director del laboratorio BALCO, Victor Conte, indicó que él personalmente, había proveído a la atleta con sustancias dopantes. No llegó a ser enjuiciada porque mintió bajo juramento, por lo que continuó compitiendo sin lograr grandes resultados hasta que las sospechas regresaron cuando dio positivo por EPO en 2006, momento en el que admitió toda su falta.

Jones ha sido uno de los más claros ejemplos sobre cómo el dopaje influye en el desempeño de los atletas.

En más de la lucha mundial, en torno a una tendencia que a medida que transcurre el tiempo parece irreversible, en el año 2003 nace y se adopta por primera vez el Código Mundial Antidopaje, documento fundamental y universal en el cual se basa el Programa Mundial Antidopaje del deporte. El código promueve la lucha contra el dopaje mediante la armonización universal de los principales elementos relacionados con la lucha antidopaje. El Código Mundial Antidopaje no deja de trabajar y adaptarse a las nuevas circunstancias mundiales. Razón por la cual ha sido modificado a través de cuatro enmiendas, 2009, 2015, 2018 y 2021.

Entre los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012, sumaron un total de 98 casos de dopaje, una cifra alarmante a pesar del gran esfuerzo mundial antidoping. Entre los positivos hay 23 medallistas de Pekín 2008.

Después que desde 1992 el periodista alemán Hans-Joachim “Hajo” Seppelt iniciara sus actividades laborales como comentarista deportivo en la cadena de televisión pública alemana ARD (televisora que cuenta con una política especialmente sensible contra el dopaje), para las competiciones de natación, en 1997, Seppelt comenzó a interesarse en los asuntos de dopaje en el deporte, ya que para entonces, era la época de los juicios contra el dopaje de Estado en la República Democrática Alemana. Ese año, el periodista germano dirigió el documental «Secretos de Estado sobre el dopaje de los niños», primero de una larga serie de investigaciones sobre los infractores en el deporte. En el tiempo, Seppelt se convertiría en una de las mayores fuerzas antidopajes a nivel mundial.

Seppelt, el periodista más influyente contra el dopaje mundial.

Desde el año 2010, los esposos Stepanov comenzaron a informar a la AMA, sobre los dopajes en el deporte en Rusia. Vitaly Stepanov, empleado de la organización nacional antidopaje rusa y Yuliya Rusanova (ahora llamada Stepanova), atleta internacional rusa, fueron fundamentales en las investigaciones de la Agencia Mundial Antidopaje, en torno al dopaje sistemático en Rusia y en Diciembre del 2014, se creó una Comisión Independiente para ahondar al respecto.

Stepanov y Rusanova fueron capaces de denunciar la red de dopaje en Rusia.

Entre 2011 y 2015 se detectaron más de 1000 atletas rusos que en 30 diferentes disciplinas deportivas se vieron involucrados en casos de doping pero sus nombres se mantienen bajo reserva.

Gracias a exhaustivas investigaciones del periodista alemán Hans-Joachim “Hajo” Seppelt, quien realizó documentales en una televisora alemana sobre los casos de dopajes sistemáticos en China y en Rusia, se lograron avances significativos y contundentes contra el dopaje en el mundo.

La cadena de televisión rusa Rossiya-24, bolgs rusos y otros medios de ese país han emprendido denuncias contra el periodista alemán, algo a lo que ya se enfrentó en el pasado reciente, incluyendo acciones judiciales en su contra. En el 2008 fue denunciado por la Federación Alemana de Esquí (DSV) y en 2012 por la patinadora de velocidad alemana Claudia Pechstein. Por su parte, Rusanova y su marido Stepanov debieron abandonar Rusia tras el reportaje con el canal ARD.

En diciembre de 2014, la televisora pública alemana ARD emitió su documental «Cómo Rusia fabrica sus campeones» dirigido por el periodista alemán Hajo Seppelt, donde había testimonios que apuntaban a la existencia de un sistema de dopaje generalizado en el atletismo de ese país. Seppelt es el periodista que finalmente destapó el escándalo del dopaje ruso.

El documental fue seguido de otros reportajes, entre agosto de 2015 y junio de 2016, que arrojaron dudas sobre medallistas y campeones olímpicos rusos. En ellos acusaba a Rusia de contravenir las normas antidopaje.

El domingo 22 de octubre del 2017, la televisión pública alemana ARD emitió un reportaje producido por el periodista alemán Seppelt, en el que la doctora china Xue Yinxian, exmédica del equipo nacional de deportes de China, afirmó y denunció que más de 10.000 deportistas chinos habían utilizado sustancias prohibidas en el deporte durante los años 80 y 90, incluyendo medallistas en los mayores eventos deportivos. Ya en el año 2012, la doctora china había hecho público algunos casos de dopaje en China y por ello solicitó asilo político en Alemania, en donde vive desde el 2017.

La doctora Xue Yinxian tuvo el suficiente valor para denunciar el sistema de dopaje en China.

La mayoría de los deportistas chinos implicados desconocían las sustancias que se les inyectaban y en caso de tener conocimiento al respecto, si se negaban al proceso, eran sometidos al destierro deportivo. Es exactamente el mismo sistema de dopaje, ampliamente conocido, el cual se aplicaba en la República Democrática Alemana (RDA) y en Rusia.

Tras una investigación de cinco años, se pudo condenar a Rusia por sus prácticas antideportivas, a lo que se le denominó “dopaje de Estado” ya que gracias al gran trabajo de investigación, se descubrió una red de espionaje dedicada a manipular y encubrir los resultados de la base de datos del laboratorio de Moscú, encargado de analizar y controlar las muestras antidopaje de los deportistas.

En base a un informe de 96 páginas del catedrático y abogado canadiense Richard McLaren, publicado en julio de 2016, se dio a conocer la complicidad del Estado ruso, a través del Ministerio de Deportes y el Servicio Federal de Seguridad, quienes idearon un plan sistemático para falsificar los controles antidopajes y manipular centenares de informes positivos, para que éstos no salieran a la luz pública.

McLaren, uno de los grandes combatientes contra el dopaje mundial.

En el método para borrar huellas del doping y las denuncias de los deportistas, también contaron con la participación del Centro de Preparación Deportiva para los atletas rusos y los laboratorios de Moscú y Sochi, en conjunto, crearon una herramienta para abrir los tapones de los frascos sellados de las muestras.

El director del laboratorio de control antidoping de Moscú, Gregori Rodchenkov, quien según Stepanov había diseñado programas de doping para que los atletas no dieran positivo, desde el 2016 vive oculto en EE.UU y está señalado como el responsable del “cóctel Duchesse” (cóctel de la Duquesa), una mezcla de esteroides anabólicos casi indetectable por encubrimiento y manipulación de los análisis de orina, elaborado por éste químico ruso.

Aunque Rodchenkov dirigió la trama del dopaje en Rusia, también fue quien destapó todo el entramado.

En el año 2020, el químico ruso publicó el libro “El caso Rodchenkov, cómo derribé el imperio secreto de dopaje de Rusia”. En dicho libro, el autor expresa que los encargados en asegurarse que ese cóctel no fuera detectado en las pruebas antidopajes, eran los espías del Servicio Federal de Seguridad.

En 2016, repentinamente fallecieron Nikita Kamayev y Vyacheslav Sinev, presidente y director ejecutivo de la Agencia Rusa Antidopaje (RUSADA).

En diciembre del 2019, La Corte Arbitral del Deporte sancionó a Rusia sin poder competir en todas las competiciones internacionales hasta finales de 2022, después de que la agencia Mundial Antidoping encontrará pruebas de que Rusia tuvo un programa estatal para dopar a sus deportistas. El Comité Olímpico Internacional prohibió oficialmente que el país estuviera en los Juegos Olímpicos de Tokio, debido a los flagrantes escándalos de dopaje que se remontan a los Juegos Olímpicos de Sochi 2014. Durante la sanción, Rusia participa como Comité Olímpico Ruso, sin Bandera, Escudo ni Himno Nacional.

En cuanto al caso del dopaje en china, Además de los 10 mil atletas chinos que incurrieron en dopaje durante las décadas de los 80´s y 90´s, en el 2017, la Agencia China Antidopaje (CHINADA), detectó 63 nuevos casos.

En el 2018, la atleta china Wu Shuijiao, la velocista más destacada del país asiático en 100 metros con vallas, fue sancionada con cuatro años de ausencia en las pistas tras haber dado positivo en dos controles antidopaje. Wu, de 27 años, dio positivo por el metabolito 19-norandrosterona, un anabolizante.

Finalmente, El nadador chino Sun Yang, triple campeón olímpico en 200, 400 y 1500 metros libres, en el mes de Junio del 2021, fue suspendido por parte del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), por cuatro años y tres meses, tras incumplir las reglas antidopaje. Es la segunda sanción de Yang, ya que en Febrero del 2020, fue sancionado por no permitir que oficiales antidoping del TAS, salieran de su casa luego de que éstos le realizaran una prueba de sangre en su hogar durante el mes de Septiembre del 2018, ya que Yang rompió el frasco de la muestra a martillazos.

Yang, uno de los mejores nadadores olímpicos de la historia, que lamentablemente cayó en la infamia del dopaje.

A finales de 2018, el Ministerio de Deportes y la Justicia de China, acordaron que el dopaje pasara a ser considerado delito penal a partir del 2019. Así, los atletas que incurran en este tipo de prácticas recibirán castigos criminales y sentencias de privación de libertad, según la agencia estatal de noticias Xinhua.

La doctora Xue escribió 68 diarios de trabajo entre 1978 y 1985, cuando se desempeñó como jefa de supervisión médica en la Oficina de Capacitación de la Administración General del Deporte de China. La doctora reveló que dicha administración ha dopado ampliamente a los atletas chinos. La denunciante, está a punto de estrenar un libro de su autoría, el cual contiene numerosas pruebas al respecto y su publicación está pautada para antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, con la intención de recordarle a la comunidad internacional que el Partido Comunista Chino está violando no sólo los derechos humanos, sino también el espíritu de las Olimpiadas.

Es realmente impresionante como el mundo entero con el transcurrir del tiempo, se ha sumergido en los casos de dopaje y las sanciones antidoping en el ámbito deportivo, una lucha de atletas, entrenadores, laboratorios, médicos, químicos, Federaciones, Comité Olímpico Internacional, Asociación Mundial Antidopaje, Tribunal de Arbitraje Deportivo y hasta personajes del más alto rango ejecutivo y administrativo de varias de las principales potencias del mundo.

Lamentablemente, el deporte en Estados Unidos no se ha quedado rezagado en éste particular, obviamente de alguna u otra manera, influenciado fuertemente por todo lo que ha acontecido y acontece al respecto a nivel mundial, ya que precisamente, todas las disciplinas deportivas cuentan con un calendario en el que cada determinado tiempo, los mejores deportistas del mundo se miden para determinar quiénes son los mejores en cada deporte, en las Olimpíadas y en los mundiales de Atletismo, Natación, Ciclismo, y todas las disciplinas deportivas que cuentan con un evento de competición mundial en el calendario.

Por: Julio Sánchez Alvarado